Aprontar la lengua
No podemos salirnos de la piel, todo lo que contiene e implica es ineludible. Un clavo en la planta del pie. Una espina en la garganta. Ochenta mil hormigas caminan en el cuerpo de felicidad. Mil San Antonios estirándome la comisura de los labios para que sonría. Él provino del mismo tubo, conoció a mi ser pequeño y por eso el más grande. Hoy camina con la cabeza en los pies, va tropezándose con todo el mundo, duele, lastima, siento que soy una tetera y en mi interior hace ebullición un mar de agua. Ella. Es un jugo de muchas frutas, a veces sonríe como un durazno y soy feliz. Otras veces es como limón en una herida. Somos un cuerpo, esta interconexión habla. Afinar el oído. Aprontar la lengua. Fotografía: Matteo Varsi