Pelosenladucha

Cuando la lluvia me desborda el paragüas lo boto y disfruto del cielo derretido, busco un árbol frondoso donde el agua no me toque la nariz o camino iracunda luchando con el artefacto.  Cuando el agua comenzó a alcanzarme las clavículas reaccioné levemente, la angustia me invadió el cabello. Presurosamente compré los materiales, armé una estructura, pensé nebulosamente, así incomunicada conmigo pegué lo de afuera en la superficie y no lo que tenía saltándome adentro pellizcándome el corazón.  Quería volar, quería volar...destruí las inútiles creaciones así como boté las pinturas sin dueño al tacho de basura. Pintura del alma se precipita cuando pienso en ellas, es una lástima que haya permitido que mi goce infantil se haya contaminado por tontas aspiraciones que cortaron el fino hilo que unía mis emociones con el ambiente.  Quiero sonreír como ella con sus pantalones naranja y risa rosada, trazos absolutamente propios, y orgullo genuino de volar su mente. Tal vez un día de estos, cu

Uno se mira los dedos de los pies y cada uno tiene vida propia pero inerte si está solo, esa estructura rara los conglomera en un quinteto inseparable en donde la particularidad parece inútil. Uno besa a otro, los labios se vuelven una boca gigante que se masturba en sus jugos salivales.   Uno se mira las manos, y piensa en lo horrible que sería la ausencia de alguna falange. Así pienso en tu ausencia y se me estremece el corazón, aún más se me fragmenta la mente como la tierra que se abre por un terremoto que conmueve todas las bases que tardaron milenios en formarse y se ven fracturadas por un sismo en minutos.   Uno es horrible cuando comienza a ser en la alteridad, pero es tristísimo cuando es en la soledad.   Uno piensa en otro, ¿otro piensa en uno? ¿cuánto es uno más uno? Uno piensa y lo acorrala una avalancha de mil preguntas tontas que no tienen una respuesta. Uno.  Uno se mira al espejo y ve una imagen deformada de sí mismo, uno se ve hermoso, uno se ve terriblemente feo, un

-Mis piernas en invierno. -La pielcita del kiwi. -Las orejas de lxs ancianxs.

23:35 Prendo la caja boba, miro, cambio de canal ,miro,cambio de canal,miro,cambio una vez más de canal; me quedo mirando sin mirar, pues no hay nada que mirar realmente, miro al vacío lleno, la profundidad del vacío que contiene la cajita es inminente: debo mirar.  Siento que alguien me mira mirar, su mirada anónima se clava en mi cuerpo que también es anónimo para ella/el, me siento al borde de la cama busco su mirada en mi ventana, es tarde y en muchos apartamentos la cortina intenta resguardar la intimidad, tal vez no piensen en su privacidad, es muy probable que bajen las cortinas porque todos lo hacen, los soñadores para que el sol no les penetre los párpados y los rayos punzantes no los obligue a despertarse de la cándida vida onírica. Sigo buscando la mirada que me mira mirar, hay una sombra en un cuarto sin luz, parece un hombre pegado contra la pared, veo su perfil y aunque las sombras no tienen edad no parece ser joven, ahora sabe que lo estoy mirando mirarme, no me incom

Pasaban imágenes de agua, un globo terráqueo, agua y más agua, entonces empecé a pensar en los peces. Siempre quise tener uno, pero creo que debe ser muy triste estar nadando en círculos todo el día, solo, rodeado por una cárcel transparente, piensas que eres libre, vas nadando intentas salir y pum! te detiene una barrera invisible. Gritas, gritas, gritas de nuevo y se ahogan tus palabras en el agua, se hunde lentamente cada letra. Le dije a F que creía que los peces se aburrían, que se deprimían en las peceras, ella respondió que no existía el concepto de aburrimiento para ellos, comenzamos a discutir sobre si los peces tenían o no cerebro-que ignorancia biológica- teníamos tanta curiosidad que le preguntamos a la mesera, ella no sabía y tenía tanta curiosidad que le preguntó a otro de los meseros...finalmente nos dijo que en realidad tenían un sistema nervioso; sin embargo, la ausencia de cerebro no me pareció razón suficiente como para no sentirse aburrido. Creo que los peces se a