Lunes de mañana
Pararse frente al peor espejo del mundo: el silencio. Miro...pero rápidamente clavo los ojos en algún libro o comedia tonta que me distraiga de mí, miro nuevamente, fallo y otra vez atravieso las hojas con mis negrísimas pupilas. El silencio. yo. Yo soy el silencio. En vez de cuestionarse por la existencia habría que existir intensamente.